Publicado Ishmael N. Daro, en BuzzFeed News, el 12 de abril de 2018.
(Traducción de Borja Castellano García)
A principios de enero, una niña de 11 años en Toronto desató una tormenta al decir que un desconocido le había cortado el hiyab con unas tijeras cuando iba al colegio.
El personal administrativo de la escuela llamó a la policía, que difundió una alerta en las redes sociales. Los medios de comunicación locales acudieron rápidamente a la escuela para asistir a una rueda de prensa improvisada en la que la niña describió el supuesto ataque frente a un mar de cámaras. Por la tarde, el incidente se convirtió en noticia internacional. Mientras tanto, políticos prominentes de toda Canadá se apresuraron a condenar el incidente como un acto de odio. El primer ministro Justin Trudeau tuiteó: «Canadá es un país abierto y acogedor, no se pueden tolerar incidentes como este».
En cambio, pocos días después, toda la historia se fue al traste. La policía hizo afirmación tajante: la investigación había revelado que el ataque «no se había producido», y la familia de la niña hizo pública una disculpa humilde.
(Ezra Levant: Hay una palabra musulmana para esto: taqiyya. Significa el engaño deliberado de infieles para promover un objetivo islámico).
Levant se refería a una interpretación falsa de una doctrina islámica desconocida que se ha vuelto una creencia fundamental entre escritores y activistas anti-musulmanes, entre los troles de extrema derecha e incluso para el actual miembro de Gobierno de Trump y antiguo candidato presidencial, Ben Carson. La información errónea sobre la taqiyya sigue aflorando en los resultados de búsqueda de Google y se expande por otras otras plataformas.
Hay pocas enseñanzas islámicas que sean tan mal entendidas por los no-musulmanes como la taqiyya. Del mismo modo, pocas enseñanzas, aparte de esta, se invocan con tanta frecuencia a la hora de poner en duda las intenciones de los musulmanes, según los eruditos islámicos y los defensores del islam.
Imraan Siddiqi, director ejecutivo de la sección de Arizona del Council on American-Islamic Relations, dijo que encuentra constantemente afirmaciones falsas sobre la taqiyya.
«Quiero decir que el 99,99% de los musulmanes ni siquiera entienden lo que es la taqiyya, sin embargo, todos los troles de extrema derecha en Twiter ahora son expertos en teología islámica, lo que es completamente absurdo» afirmó.
Mohammad Fadel, experto en derecho islámico en la Universidad de Toronto, describió la taqiyya (y sus diversas transcripciones) como «una doctrina de disimulo prudencial» que surgió en una época en la que los musulmanes eran minoría en sociedades hostiles. Dicha doctrina decía a los musulmanes que estaba permitido ocultar la fe propia para escapar de la persecución. Está mucho más asociado a la rama chií del islam, cuyos fieles a su vez suelen ser minoría en las sociedades musulmanas.
Sin embargo, esta idea se ha propagado, según Fadel, como una acusación falsa que afirma que los musulmanes tienen permitido o que incluso se les ordena mentir a los no-musulmanes como parte de un proyecto a mayor escala para dominar los países occidentales e imponer la sharía o ley islámica. Según este experto la taqiyya no permite el engaño generalizado ni tiene relación alguna con la sharía.
«Por desgracia, se ha convertido en un dogma de la derecha en Norteamérica, en realidad de toda la coalición anti-musulmana en Occidente» afirma Fadel.
Cuando el adolescente tejano Ahmed Mohammed fue arrestado por llevar al colegio un reloj hecho en casa en 2015, un gran número de personalidades de derechas sugirieron que en realidad tenía la intención de llevar una bomba falsa. «Se llama al-taqiyya», dijo el comentarista Gavin McInnes en un video para the Rebel. «Esa burla, ese engaño es parte integral del yihad».
La taqiyya fue empleada para atacar a Khozr Khan, el padre de Gold Star que se hizo famoso tras criticar las políticas de Donald Trump en la Convención Nacional Demócrata de 2016. Frank Gaffney Jr., a quien el Southern Poverty Law Center describe como uno de los personajes anti-musulmanes más notorios de Estados Unidos, declaró a Breitbart que Khan estaba ocultando sus creencias reales y que estaba «mintiendo por su fe».
Incluso en 2015, la taqiyya fue mencionada por Ben Carson, que por aquel entonces competía por ser candidato en el Partido Republicano, cuando dijo que ningún musulmán debería ser jamás presidente de Estados Unidos.
«La taqiyya es un componente de la sharía que te permite e incluso te anima a mentir para lograr tus objetivos» afirmó falsamente Carson a the Hill cuando se le presionó para explicar su oposición.
Carson trabaja ahora como secretario del Departamento de Vivienda y Urbanismo [Department of Housing and Urban Development].
(La aplicación práctica de la Taqiya (Engaño). Cuando los musulmanes son pocos en número…-Somos la religión de la paz-. Cuando son numerosos… -El islam se merece un estatus especial-. Cuando los musulmanes te superan en número… -¡El islam o si no …!-. Es hora de despertar) Un meme anti musulmán haciendo referencia a la taqiyya. Twitter.
Siddiqi dijo que esos datos falsos de activistas y políticos anti-musulmanes prominentes son parte de una tendencia mayor en la vida estadounidense.
«No podemos negar que hay un aumento masivo del sentimiento anti-musulmán y de los delitos de odio anti-musulmanes», afirmó, y añadió que aunque haya denuncias falsas, son muy escasas.
Los delitos de odio contra musulmanes documentados aumentaron en un 20% entre 2015 y 2016, según los informes más recientes del FBI sobre delitos de odio. Es mayor que para cualquier otro grupo. Según un análisis reciente de BuzzFeed News, legisladores republicanos de 49 Estados han atacado el islam públicamente, algunos han compartido «publicaciones llenas de odio y alentado a la violencia contra los musulmanes en las redes sociales».
Uno de los mayores obstáculos a la hora de hacer frente a la imagen extendida de los musulmanes como poco fiables por naturaleza es precisamente tecnológico. Sencillamente hay demasiada información negativa y falsa sobre los musulmanes y el islam en internet, y las plataformas online están dando a esas fuentes mayor relevancia que al resto, según el imam Omar Suleiman, fundador del Yaqeen Institute for Islamic Research en Texas.
«Google tiene un papel que desempeñar para no permitir a esos grupos sesgados y bien financiados que dominen el debate sobre el islam y secuestren el motor de búsquedas» dijo Suleiman.
Hasta hace poco, la mayoría de los primeros resultados de una consulta en Google sobre los términos «sharía» y «yihad» venían de fuentes anti-musulmanas.
Google afinó su algoritmo a finales del año pasado siguiendo la crítica de Suleiman y de otras personas, y ahora muestra enlaces más neutrales en su primera página de resultados de búsqueda.
«A lo largo del año pasado, hemos realizado mejoras para priorizar contenidos más acreditados para dichos términos que pueden haber ofrecido resultados de peor calidad en el pasado» declaró un portavoz de Google a BuzzFeed News.
Una consulta en Google sobre «taqiyya» ahora nos remite a una entrada en la Wikipedia como primer resultado, aunque las fuentes con fuertes tendencias anti-musulmanas siguen dominando la primera página de resultados de búsqueda.
Suleiman afirma que una de las razones por las que fundó el Yaqeen Institute, un laboratorio de ideas, fue ayudar tanto a musulmanes como a no-musulmanes a encontrar información más acertada sobre la religión. Y señala la discriminación histórica que sufrieron los católicos, los judíos y los japoneses-estadounidenses para tomar el asunto en serio.
«El daño que produce la representación de una comunidad de creyentes al completo como desleal y engañosa es el genocidio y la limpieza étnica y los campos de internamiento» afirmó.
Ishmael Daro es un editor de noticias sociales para BuzzFeed y reside en Toronto. Contacte con Ishmael N. Daro en ishmael.daro@buzzfeed.com.
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