Observatorio Islamofobia Por un periodismo inclusivo frente a la islamofobia
Publicado por Al Jazeera el 14 de mayo de 2018.
Traducción de la sinopsis del documental
En Estados Unidos se ha producido un aumento del número de organizaciones que retratan el islam como una amenaza.
En los últimos dos años, el número de grupos que componen lo que ha pasado a llamarse “la industria de la islamofobia” se ha triplicado.
Esta investigación revela las tácticas de estos grupos para instigar el miedo al islam, y cómo son empleadas las redes sociales para crear una narrativa falsa que los musulmanes intentan controlar.
Los mensajes islamófobos proliferan en redes sociales a través de seguidores comprados, cuentas falsas y amplificadores robotizados.
La investigación también muestra cómo estas organizaciones intentan frenar el ascenso político de voces musulmanas en los Estados Unidos y cómo “el dinero sucio” ha avivado el rápido crecimiento de esta industria, decenas de millones de dólares que han entrado de manera sigilosa y anónima desde fundaciones de donantes.
Descubrimos a los donantes de “dinero negro” y preguntamos cuál es su objetivo.
A continuación resumimos algunos de los puntos más destacados de esta investigación que también han sido abordados en informes de varios organismos como Center of American Progress, Council on American-Islamic Relations y la Universidad Berkley:
– Las organizaciones, expertos en desinformación, medios de comunicación y activistas de la red de la islamofobia coinciden casi por completo con los aparecidos en los informes citados.
Muchas de estas organizaciones y particulares se promocionan como “agencias de seguridad” o “expertos en seguridad” y amplifican la amenaza que supone el terrorismo de pretexto religioso (solo el islámico) fabricando consejos en las esferas mediática y política (minuto 9:05, minuto 21:00, minuto 39:00).
Algunos de los activistas anti-musulmanes que dirigen estas organizaciones (ver organigrama) tienen vetada la entrada en Reino Unido por promover discurso de odio (minuto 7:27).
– En las campañas mediáticas en la red se habla abiertamente de esta amenaza inventada que, según sus idearios y divulgadores, también pesa sobre Europa: “Europa es un avance de lo que está llegando a Estados Unidos debido a la entrada de refugiados islámicos no investigados”- Brigitte Gabriel (minuto 6:10).
– Internet se perfila como el campo de cultivo donde estas retóricas se han multiplicado gracias a la posibilidad de compra de seguidores desarrollada en los últimos años por los proveedores de redes sociales, y a la aparición y mal uso de bots (a partir del minuto 22:00).
– La investigación, así como el último informe de CAIR de 2016 y el informe de Fear Inc de 2015, denuncian que la red de la islamofobia está presente en aparatos de las fuerzas de seguridad de Estados Unidos (minuto 38:18).
El equipo de investigación del reportaje graba a un ex agente del FBI reconvertido en “experto en contra-terrorismo” conocido en la red de la islamofobia, impartiendo formación a miembros de las fuerzas de seguridad de Arizona y advirtiendo del “peligro que suponen los estudiantes musulmanes en las universidades, porque son lugares donde se está reclutando….llamando a la yihad, o al islam, que es lo mismo” (minuto 39:38).
Este “experto” había afirmado previamente en público que “las personas musulmanas no deberían disfrutar de los mismos derechos civiles que el resto de estadounidenses” (minuto 38:50).
– La deshumanización constante “del otro” se traduce en un incremento de los delitos de odio contra las personas y comunidades musulmanas, o leídas como tales, en forma de ataques con explosivos, agresiones, disparos, etc. (a partir del minuto 12:16).
Aunque la relación directa entre la red de la islamofobia y el aumento de los delitos de odio no puede ser demostrada fácilmente, los datos del FBI son bastante esclarecedores, como demuestra el vídeo (minuto 19:20).
Estos delitos o crímenes a veces son negados por los medios de comunicación de la red que se refieren a ellos como fake news o que atribuyen a los propios musulmanes pese a la existencia de grabaciones de cámaras de seguridad, de la celebración de juicios, de las sentencias condenatorias y de las víctimas mortales (minuto 17:38).
Después de una explosión en una mezquita de Minneapolis, el portavoz de la presidencia no solo se negó a condenar el ataque, sino que en una conexión en directo afirmó: “Cuando hay personas falseando delitos de odio de forma regular durante seis meses, es prudente esperar a ver qué ha pasado”. El ataque no se llegó a condenar, a pesar de que siete meses más tarde quienes lo perpetraron fueron denunciados y se encuentran a la espera de juicio (minuto 18:00).
– Existen lazos directos entre las organizaciones de la red de la islamofobia y la administración del presidente de los Estados Unidos (minuto 6:57, minuto 27:00, minuto 39:26).
– Normalización de la retórica anti-musulmana: cuando en el reportaje se pregunta a ciudadanos de a pie acerca del islam, muchos repiten de forma casi literal lo que el entramado islamófobo produce y reproduce a través de sus innumerables canales.
Esta retórica arrancó en 2009 en medio de la “controversia” sobre la posibilidad de construir una mezquita en el lugar en el que se encontraba el World Trade Center antes del 11-S (Ground Zero Mosque) y ha sido aprovechada políticamente desde entonces (minuto 19:39).
Esta retórica también está muy presente en campañas y mítines políticos que aparecen a lo largo de todo el documental.
– Se siguen aprobando y promoviendo leyes anti-sharía, siendo esta la mejor muestra de cómo las teorías sostenidas y promovidas por la red de la islamofobia acaban en legislaciones (minuto 11:00, minuto 29:00).
El presidente también se apuntó a esta corriente el 18 de agosto de 2017: “Ningún musulmán que apoye la ley sharía recibirá un visado de inmigrante para entrar al país” (minuto 26:58).
Terminamos con una frase de la investigadora Dalia Mogahed (minuto 37:05):
“La industria de la islamofobia alimenta el miedo… y el miedo mata la libertad”.
