Mantienen los vínculos con la cultura de sus padres y al mismo tiempo intentan encontrar referentes que los representen
Publicado originalmente por YULY JARA, en Verne, El País, el 11 de diciembre de 2018.
“Yo siempre digo lo mismo: para mí ha sido fructífero, si tengo que decir algo va a ser positivo. Es cierto que cuando eres pequeño te vienen muchísimas preguntas y muchas incertidumbres, porque la manera de educar difiere mucho y hay aspectos culturales que no alcanzas a comprender”. Quien habla es Fátima J., nacida en Almería hace 23 años, de madre española y de padre marroquí.
Los hijos de los inmigrantes nacidos en España no han padecido el duelo de la migración, pero viven a caballo entre dos culturas. Pertenecen a una generación de nuevos españoles, niños que han nacido y crecido en España, y cuyos padres proceden mayoritariamente de países del sur.
Niños que ya son compañeros de clase, de universidad y de trabajo y que cuentan con identidades mixtas que les permiten gozar de las ventajas de mantener vínculos con la cultura de sus padres, conseguir posicionarse con firmeza en la sociedad receptora y conocer las lenguas de ambos países, según el informe Crecer en España, la integración de los hijos de inmigrantes, publicado en 2014 por la Fundación La Caixa.
Dos de cada diez nacidos en España tienen un progenitor extranjero.