No podemos cansarnos nunca de repetirlo, de señalar con el dedo al vecino que propaga la mentira como si fuera un chiste, de denunciar al político que va sembrando patrañas.
Publicado originalmente por Javier Caraballo en El Confidencial, el
El sacerdote José Chamizo, que fue defensor del Pueblo en Andalucía y preside en la actualidad la Fundación Sevilla Acoge y la ONG Voluntarios por Otro Mundo, se sorprendió el otro día cuando se cruzó con un grupo de señoras en una calle de Sevilla. Chamizo las conocía desde antiguo, como a tantas otras personas que lo paran por la calle para pedirle ayuda, para darle ánimos o para saludarle. Pero esta vez, la expresión en el rostro de ese grupo de señoras era distinta, una cara de reproche.
“Chamizo, sabes que siempre te hemos apoyado, pero estamos muy en desacuerdo con lo que estáis haciendo con los inmigrantes. No hay derecho a que se le haya regalado a cada inmigrante un jamón y un móvil”. ¿Un jamón y un móvil? Las señoras estaban seguras y, por eso, muy indignadas. Eran varias personas las que se lo habían confirmado, una de ellas ofrecía, además, un testimonio directo porque conocía a un tipo “que trabaja en la Junta de Andalucía” y le había contado que todo era cierto. ¿Un jamón y un móvil para cada inmigrante, con el dinero de todos los andaluces? ¿Y en las demás autonomías, habrán hecho lo mismo? ¡Seguro que eso es cosa de Pedro Sánchez! Esta vez, ni la certeza de que los musulmanes no consumen carne de cerdo servía como excusa. Ni, por supuesto, el desmentido serio del ex defensor del Pueblo andaluz; no hay prestigio que resista ante un bulo sobre inmigración.