Publicado originalmente por Pau Rodríguez en eldiario.es el
Al cumplir la mayoría de edad, y tras pasar su adolescencia en un centro de menores de la Generalitat, Lamiae Abassi tuvo que hacerse cargo de su vida. En los pocos pisos para extutelados que hay en Barcelona no había entonces plazas para ella y tuvo que pedir techo a sus amigas. Dejó de tener de un día para otro a los educadores que la ayudaban con el papeleo. «¿Ahora imagínate esto pero sin papeles y sin hablar castellano. ¿Qué puedes hacer?», se pregunta esta joven de 21 años.
Ella no ha sido Menor Extranjera No Acompañada (MENA): nació en Catalunya de madre marroquí y padre argelino. Pero pocos como ella conocen las dificultades a las que se enfrentan los jóvenes que llegan a España sin referentes familiares. Como ellos, ha pasado por un sistema de protección de menores que «no gusta a nadie». Y además, desde hace más de un año se ha dedicado a ayudar en su barrio a los extutelados que se veían en la calle tras salir de los centros. En el Pou de la Figuera, la plaza del Born que la ha visto crecer, se juntan varios de estos chicos.