Observatorio Islamofobia Por un periodismo inclusivo frente a la islamofobia
Artículo publicado originalmente por Mobashra Tazamal en The New Arab el 30 de octubre de 2020
Una de las primeras cosas que hizo Donal Trump al asumir el cargo en 2017 fue dictar una prohibición de viaje a personas procedentes de varios países de mayoría musulmana cumpliendo una promesa hecha en campaña y establecer el escenario de lo que estaba por venir para los musulmanes de dentro y fuera de EEUU.
Para Nihad Awad, director ejecutivo y cofundador del Council on American-Islamic Relations (CAIR) la mayor organización sin ánimo de lucro de EEUU por los derechos civiles y la defensa de los musulmanes, los últimos 4 años se han centrado en la lucha por la justicia y la defensa de los derechos civiles de los musulmanes estadounidenses ante las acciones discriminatorias de la Casa Blanca.
Académicos, expertos en derechos legales y activistas han constatado que la islamofobia se ha generalizado bajo la Administración Trump. En una reciente entrevista con The New Arab, Awad declaró que “esto ha tenido un efecto devastador en los musulmanes estadounidenses, especialmente entre los estudiantes musulmanes que se han visto acosados por sus compañeros, e incluso a veces por la propia administración de sus escuelas, lo que ha disparado las denuncias de bullying” en el país.
Además del acoso, los musulmanes de todo el país han visto como sus mezquitas se convertían en objetivos del vandalismo y de los incendios provocados, “todo esto por la islamofobia ha sido normalizada y se ha visto reforzada por la gente más poderosa del Estado, como es el caso de Trump, quien ha echado aceite al fuego deesa islamofobia”, afirma Awad.
Pero también el mandato presidencial de Trump ha hecho que mucha más gente se implique en política, en defender de sus derechos y organizar sus comunidades. Awad informa de que en los últimos cuatro años se ha percibido un “grandísimo aumento del interés de los musulmanes de EEUU no solo por censarse para poder votar y hacerlo, sino por postularse a cargos públicos. Más de 300 musulmanes estadounidenses lo han hecho y cerca de un 40%-50% de ellos ha conseguido un cargo a nivel local, federal o estatal”. Es lo que se conoce como la “marea azul” como ha sido llamada desde que dos mujeres musulmanas entraran en el Congreso: Rashida Tlaib e Ilhan Omar.
