Comunicado de prensa de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) publicado el 16 de noviembre de 2020
El informe anual de 2019 sobre delitos de odio de la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos (ODIHR) de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) subraya la necesidad de que la policía registre los delitos de odio para garantizar que las víctimas son reconocidas como tal y reciben la ayuda que necesitan de urgencia.
Las víctimas de los delitos de odio son perseguidas por lo que son, por las características intrínsecas de su identidad y por lo que comparten con otros. Registrar los delitos de odio y ayudar a las personas afectadas por ese tipo de delitos es clave para garantizar la seguridad de las víctimas individuales y de sus comunidades, pero también de toda la sociedad.
Según los datos del citado informe, en muchos países hay ya mecanismos para registrar y recopilar información completa sobre delitos de odio, pero son aún muchos los Estados que no facilitan a la policía y a los fiscales las herramientas y el conocimiento necesarios para reconocer, registrar e investigar de modo efectivo esos delitos.
La base de datos de delitos de odio de la ODIHR es la mayor de su tipo en todo el mundo y recoge información de fuentes oficiales y también de organizaciones de la sociedad civil. En 2019 un total de 39 Estados de la OSCE proporcionaron datos oficiales de delitos de odio a la ODIHR incluidos 25 Estados que han ofrecido cifras relativas a actos motivados por prejuicios. El conjunto de datos incluye un número récord de 3.207 estadísticas y 3.757 incidentes descriptivos de delitos de odio denunciados por la sociedad civil, lo que se traduce en un mínimo de 4.621 víctimas de delitos de odio.