Un estudio realizado por la consultoría social cooperativa Broll para el Ayuntamiento de Barcelona desvela que las personas con nombre de origen árabe tienen más dificultades para acceder al mercado de alquiler de viviendas. En concreto, las personas con un nombre de origen autóctono reciben un 18 % más de respuestas a las consultas sobre viviendas de alquiler que las personas con un nombre de origen árabe. Estas diferencias también se dan en el precio de los pisos, ya que las personas con un nombre de origen árabe reciben más respuestas de los pisos con precios más caros. El estudio también desvela diferencias de género.
El estudio, que desvela que la gestión de la diversidad es un asignatura pendiente del sector inmobiliario, parte del envío de 2.000 solicitudes a 500 anuncios publicados en portales inmobiliarios, con el objetivo de evaluar de una manera estadística las respuestas a estas solicitudes según el remitente.
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