Artículo publicado originalmente por Miguel Forcat Luque en El País (sección Planeta Futuro) el 18 de enero de 2021
«Puesto que nuestro vínculo con árabes y musulmanes parece demostrado, pienso que lo mejor es aceptarlo e incluso abrazarlo. No es difícil sentirse orgulloso de compartir lazos con un pueblo que tanto ha aportado a la humanidad en disciplinas tan distintas como son la medicina (los árabes descubrieron la anatomía del ojo), las matemáticas (el sistema de notación que se utiliza actualmente en casi todo el mundo es la numeración arábiga. Los árabes inventaron las ecuaciones de primer y segundo grado…), la agricultura, la pesca o la arquitectura.
Personalmente, creo que conocer y aceptar mi propia conexión con árabes y musulmanes tras estos años vividos en Marruecos me ha sido muy útil. Primero, porque tengo la impresión de que ahora me conozco mejor a mí mismo, ya que he entrado en contacto con una parte de mi pasado y de mis propios orígenes que desconocía. Y, sobre todo, porque hoy tengo la impresión de haber entrado en contacto con una parte de mi familia que desconocía y de la que me siento orgulloso de formar parte».