Investigación realizada por la Asociación Marroquí para la Integración de Inmigrantes, en el marco del Programa Nacional de Prevención de la islamofobia III, gracias a la cofinanciación del Fondo de Asilo y Migración e Integración (FAMI), dentro de la convocatoria de la Dirección General de Inclusión y Atención Humanitaria del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, en el marco de actuaciones de interés general en materia de extranjería destinadas a la defensa de los derecho humanos de las personas migrantes, así como a favorecer la convivencia y la cohesión social.
RESUMEN
Las mujeres musulmanas conforman un grupo demográfico diverso y dinámico, que desempeña un rol determinante en las esferas culturales, profesionales y sociales. No obstante, los logros y esfuerzos de las mujeres se ven limitados por la difusión de prejuicios socio-cognitivos históricos. Es por eso que en el siguiente artículo se identifican estereotipos y prejuicios que están detrás de la discriminación hacia las mujeres musulmanas, percibidas como tal, especialmente cuando son visibilizadas a través del uso del velo (hiyab), en diferentes situaciones sociales. Metodológicamente, se realizará una revisión bibliográfica de material divulgativo producido por mujeres musulmanas en España, así como entrevistas a mujeres musulmanas que se han destacado por sus aportaciones desde el activismo en el ámbito cultural y político. Por último, se expondrán de manera analítica cuatro sucesos mediáticos, incorporando testimonios de mujeres musulmanas activistas.
Palabras claves: islamofobia, género, mediatización, discursos de odio, testimonios.
INTRODUCCIÓN
Preguntarse constantemente cómo viven las mujeres musulmanas en España o indagar en cómo el islam involucra a las mujeres musulmanas, es el fruto de una elaboración histórica. La conversación en relación a las mujeres musulmanas en España suele girar en torno al uso del velo (hiyab). De alguna manera la vida de las mujeres musulmanas es designada por su religión y está en el punto de mira, bajo lupa constante, de cómo el islam influye en sus condiciones de vida. Se ha popularizado el uso del vocablo mundo musulmán referido a un conjunto de países, de lenguas y de culturas muy diferentes, que se extienden a varios continentes. Las generalizaciones al utilizar las expresiones mundo musulmán o las mujeres en el islam inducen afirmar que todas las mujeres musulmanas pertenecen a un mismo sitio y tienen las mismas creencias. Es decir, se ignora la diversidad y la complejidad sociológica de las sociedades musulmanas y también los factores socioeconómicos e históricos de cada una de ellas. En consecuencia, se sitúa a las personas musulmanas en una posición de subdesarrollo social, siendo esta una forma de racismo islamófobo.
En ocasiones, la islamofobia en España se presenta como “moro-fobia”, entendida como la estigmatización histórica del “otro”, recurriendo al uso de una terminología de corte biológico, étnico y religioso ante la necesidad de crear una identidad común interna dirigida a legitimar un cierto grado de discriminación nacional. Esta perspectiva realiza una distinción entre el rechazo hacia la visibilidad de las personas musulmanas y el rechazo hacia el islam como religión.
Podemos decir que, aunque este término se ha ido transformando según las épocas y contextos, la islamofobia contemporánea no es absolutamente nueva. En cada momento histórico reaparece o yace latente en función del contexto y las circunstancias sociales y políticas y destacan más o menos aquellas aristas que más resuenan. Por tanto, la islamofobia comprende un plano específico de discriminación que responde a la intersección de diversos factores identitarios que van más allá del plano religioso: origen étnico-nacional, género, nacionalidad e idioma, entre otros.
Según el informe de la Agencia de Derechos Fundamentales (FRA, 2020) el racismo afecta directamente a las personas musulmanas. En España destacan los casos recientes de islamofobia que han resultado en sentencias por parte de la Audiencia Provincial de Barcelona (2019), la condena al Diario ABC por vulnerar el derecho al honor de siete personas pertenecientes a la comunidad de la Mezquita de Sevilla (2021) y la reciente sentencia contra una mujer que agredió verbalmente a Wadia N. Duhni en Santander (2021). Todas estas sentencias sientan un importante precedente en nuestro país y demuestran la importancia de denunciar y de ofrecer recursos a las víctimas de islamofobia para que lo hagan.
Tres entidades han producido informes recientes sobre islamofobia en España y lo han hecho desde enfoques distintos: La Asociación Marroquí ha publicado el Informe “Percepción de la islamofobia en Andalucía, Comunidad de Madrid y Cataluña” desde 2018 hasta la actualidad. Por su parte, el Observatorio de la islamofobia en Cataluña y SOS Racismo Cataluña han publicado sendos estudios en 2021 abordando la monitorización de casos en los ámbitos institucionales, los centros de culto y los centros educativos, por una parte, mientras que el segundo documento aborda la islamofobia institucional y la securitización. El Observatorio ha analizado 35 casos y los ha categorizado según el objeto de la agresión (44% personal, 34% insti tucional y 22% simbólico) y por provincia (1% Tarragona, 4% Girona, 3% Lleida, 11% Barcelona). En este informe se afirma la necesidad de seguir proporcionando recursos para denunciar ya que el 80% de las denuncias recogidas no fue denunciado.
Es importante destacar la poca información que se tiene de la islamofobia en España en su conjunto y uno de los motivos es que este fenómeno no está categorizado como delito de odio en el Código Penal. En 1995 se comenzó a utilizar oficialmente el concepto de género, a través de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Pekín ese mismo año. El término “género” se definió como: “La forma en que todas las sociedades del mundo determinan las funciones, actitudes, valores y relaciones que conciernen al hombre y a la mujer. Mientras el sexo hace referencia a los aspectos biológicos que se derivan de las diferencias sexuales, el género es una definición de las mujeres y de los hombres, construido socialmente y con claras repercusiones políticas. El sexo de una persona es determinado por la naturaleza, pero su género lo elabora la sociedad” (ONU, 1995).
La islamofobia se hace visible a través de estereotipos y prejuicios. En este discurso el velo o hiyab se utiliza para justificar y revictimizar a las mujeres musulmanas. La primera investigadora que se refiere a este tipo de discriminación con el término “islamofobia de género” fue Jasmin Zine (2006), definiéndola como una forma específica de discriminación etno-religiosa y racializada dirigida a las mujeres musulmanas, procedente de estereotipos negativos históricamente contextualizados y fundamentada en formas de opresiones individuales y sistémicas.
Asimismo, la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, evidencia a través de sus resultados la particularidad de la islamofobia en su informe sobre minorías y discriminación (2019), sobre todo en lo que concierne al género.
En este documento trataremos de mostrar la mayor cantidad de puntos de vista y trabajaremos con opiniones de diversa índole, respetando todas las posturas y tratando de concluir en reflexiones que nos permitan evitar la discriminación, y tratando de buscar una sororidad que muchas veces queda tapada en cuestiones superficiales que nos alejan de la búsqueda conjunta de una mejora social.
En este artículo abordamos debates actuales, experiencias diversas en torno al uso del velo y la mediatización a través de tres cuestiones principales: la igualdad de género, la Islamofobia de género y la repercusión de los discursos de odios islamófobos en los medios de comunicación.
Finalmente, se expondrá de manera analítica sucesos mediáticos recientes (campaña #notoquesmihiyab, el juicio ganado por la activista Wadia Duhni, debates dentro del islam acerca de la imagen de las mujeres musulmanas con motivo de la entrevista a Nora Baños y casos que se relacionan con dificultades de acceso al mercado laboral), incorporando testimonios de mujeres musulmanas activistas.
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Imagen de portada: Alfredo Cáliz