Artículo de Paula Martín-Godoy publicado por Open Edition Journals en 2018
En este texto se realiza una síntesis de la institucionalización del Islam en España y una breve contextualización de las diferentes comunidades musulmanas en la ciudad de Granada. La intención del mismo es presentar una aproximación de los principales discursos acerca de la presencia del Islam y de los diferentes colectivos musulmanes en el espacio público. Discursos presentes en los medios de comunicación y en los espacios virtuales que son generadores de opinión pública y constructores y legitimadores de realidades. Tras los ataques terroristas en Europa, la islamofobia creciente es uno de los tipos de racismo cultural (Wieviorka, 2006) más patentes y latentes fomentado por ciertos sectores de población. El estudio se centra principalmente en un análisis discursivo de los últimos debates emergentes en las redes virtuales relacionados con la presencia del Islam en los espacios públicos de la ciudad granadina.
CONCLUSIONES
En este trabajo hemos comprobado como el proceso de estigmatización del Islam en el contexto español sigue reproduciéndose en los discursos de algunos sectores de la ciudadanía y en los medios de comunicación, en la mayoría de los casos destacado como “agresor” de la “cultura nacional”. Los principales debates entorno a la presencia del Islam en las sociedades occidentales se ven principalmente orientados en términos dicotómicos (Adlbi Sibai, 2016)– compatibilidad/incompatibilidad, modernidad/retrogradismo– y bajo el paraguas de los valores de la liberal-democracia, la libertad de expresión y la igualdad (haciendo hincapié en las cuestiones de género). En relación a la acomodación del Islam en tales sociedades se debate bajo los términos de “todo o nada” o “todos o ninguno”; por ejemplo, cuando se habla de musulmanes y musulmanas se tienden a relacionar tales categorías con poblaciones (in)migrantes, ignorando la gran diversidad que acogen dichos términos. Dicho de otro modo, se está produciendo un fenómeno de otrificación y racialización de las poblaciones o colectivos musulmanes que no se corresponde con la realidad del contexto español ni con una realidad universal y que da como resultado un proceso de alterización:
Son determinados grupos o individuos quienes hacen posible que se produzcan otredades, y es gracias a las ideologías –en tanto que cosmovisiones– como estas pueden permanecer en el tiempo y determinar de manera importante el desarrollo de relaciones sociales, traspasando los niveles meramente cognitivos e instaurándose en lo social, lo cultural, lo político, lo normativo[…] (Olmos Alcaraz, 2012, p. 64).
Se trataría de una separación entre un “nosotros” y los “otros” que se construye de forma inconsciente o consciente por determinados grupos sociales, y que relaciona Islam con extranjero y extranjero con barbarie. Esta relación no es ni mucho menos novedosa, algunos autores como Santamaría (2002) ya señalaban la identificación de inmigración y barbarie, en la que se genera una alterización principalmente de la inmigración “no comunitaria” y la existencia de una compleja relación entre alteridad, política y violencia. Ésta simplificación y homogeneización de colectivos que se construyen como diferentes, como los “otros”, es alimentada por el racismo institucional y el desconocimiento sobre el Islam como religión, como podemos comprobar por el uso indiscriminado y erróneo de conceptos y categorías relativas; provocando una islamofobia creciente, tanto estructural como individualmente, cuando nos encontramos con aspectos relacionados con el Islam. Estas representaciones construidas de los “otros” se reflejan en las relaciones e interacciones sociales cotidianas pero también en la forma en la que se construye y gestiona una comunidad o sociedad.
Otro ejemplo en relación a la acomodación del Islam en la sociedad española sería la gestión de las demandas de tales poblaciones en los ámbitos educativo y laboral, como la adaptación de los menús escolares o de los horarios de trabajo para dar cabida al rezo o a otras tradiciones, que son percibidas como amenaza a la estructura social y su estabilidad/deseabilidad. Así “las respuestas políticas públicas a la diversidad religiosa se formulan a través de conflictos iniciales que se deben, en su mayoría, a una falta de reconocimiento público de estas prácticas” (Zapata-Barrero, 2017, p. 54). Otra de las principales ideas construidas bajo los prejuicios o estereotipos occidentalocéntricos entorno al Islam en España, y que hemos contrastado en el análisis empírico, es la anulada capacidad de decisión de las mujeres musulmanas.
Los medios de comunicación juegan un papel esencial en la construcción de procesos de alterización y en la generación de opinión pública, bajo determinados principios ideológicos, siendo parte del proceso de construcción de los imaginarios sociales. La presencia del Islam en el espacio público se percibe así por ciertos sectores de la población como una agresión o amenaza a los valores y a la cultural que consideran como tradicionales y nacionales, haciendo referencia a “su” identidad nacional, que en el caso estudiado se corresponden con los valores de una sociedad conservadora, católica, democrática y patriarcal. Se convierte entonces el espacio público en un espacio político con una gran carga ideológica, en el que no se trata simplemente de un espacio compartido o comunitario sino que es legislado y construido, física y simbólicamente, sobre unos presupuestos ideológicos (Delgado; Malet, [s.d.]).