Publicado por TellMAMA el 13 de octubre de 2017.
Un artículo publicado recientemente en el diario británico The Independent informaba del preocupante aumento de ataques a mezquitas en el Reino Unido en el último año, ligándolo a los ataques terroristas en Manchester y Londres.
Tell MAMA, una organización británica dedicada a la lucha contra la islamofobia, ha documentado sistemáticamente estos ataques a lo largo de los últimos cinco años. Los ataques contra los lugares de culto tienen un impacto muy profundo en la comunidad musulmana. Muchos los consideran una muestra de rechazo por parte de la sociedad británica, una marca de su exclusión. Por ello, sus efectos sobre la inclusión y cohesión sociales pueden ser duraderos, dando lugar a más delitos de odio y, en el peor de los casos, a nuevos delitos contra el orden público. Asimismo, los datos de los que dispone Tell MAMA indican que los ataques terroristas causan repuntes en los delitos de odio, conclusión a la que también llega el Consejo Nacional de Jefes de Policía británico, aunque tome también en cuenta otros datos. La cohesión social se ve afectada y, al mismo tiempo, la ultraderecha utiliza esa narrativa y esos acontecimientos a su favor.
Es necesario contextualizar el artículo de The Independent. Son varios los factores que alimentan el sentimiento antimusulmán. Un factor son los atentados terroristas y otro son los titulares incendiarios. Hemos visto numerosos casos de titulares de primera página que han tenido que ser rectificados tras quejas dirigidas al organismo nacional regulador de prensa IPSO. (Tuvo mucha repercusión el titular “1 de cada 5 musulmanes británicos simpatiza con ISIS”, publicado en el diario The Sun, que fue obligado a publicar una rectificación al tratarse de información falsa). Es necesario que aquellos medios que deformen datos e historias para atraer más tráfico a sus páginas web o vender más periódicos respondan de sus engaños. La labor de los activistas, musulmanes o no, que denuncian estas prácticas es y será esencial.
También es cierto que parte de la población se centra en el papel que juegan las noticias falsas e incendiarias. Esto no significa que ese sector de la población sea islamista ni que debamos menospreciar su trabajo: obligar a los poderosos a rendir cuentas es uno de los pilares de una democracia sana. Lo que sí es un problema es que algunos crean que los medios de comunicación sean el único motor del odio contra los musulmanes, y que otros no crean que el terrorismo tenga un impacto en la sociedad y en los individuos, ya sea de forma directa o indirecta. Los hay quienes consideran que el terrorismo no es responsabilidad suya, aunque es un deber de todos enfrentarnos y rebatir a aquellos que buscan la división a través de actos terroristas violentos y diferentes manifestaciones de odio.
Algunos buscan evitar el debate o erigirse en portavoces de su comunidad. No obstante, son las voces de las víctimas de insultos y odio antimusulmán las que deberíamos escuchar.
Finalmente, está claro que la gran mayoría de los ataques islamófobos son de naturaleza oportunista. En muchos de los casos con los que ha trabajado Tell MAMA, se ataca a personas leídas musulmanas aludiendo a ataques terroristas (“Tú tienes la culpa de lo de Manchester”). El vínculo entre terrorismo, oportunismo y el envalentonamiento de los atacantes es evidente. Los artículos de prensa que culpan a todos los musulmanes por el terrorismo y el extremismo, o que retratan a los musulmanes como una amenaza cultural para el Reino Unido, envalentonan a algunos agresores; otros, se alimentan de material de la ultraderecha y la retórica antimusulmana de páginas web o redes sociales.
Los causantes de los ataques islamófobos son pues múltiples e incluyen el terrorismo. Son consecuencia de la combinación de todos ellos y no de uno solo.
Traducido del inglés por Leandro James Español Lyons en el marco de un programa de colaboración de la Facultad de Traducción e Interpretación de la Universidad de Granada y la Fundación Al Fanar.