El Confidencial, 14/04/2017
El campeón del mundo de rugby se niega a jugar con camisetas que publiciten bancos, marcas de alcohol o apuestas y su club y la selección oceánica le permitirán no llevar publicidad
En la sociedad en la que vivimos estamos acostumbrados a que el individuo acepte lo que le rodea de manera natural, automática, sin un esfuerzo de comprensión. Lo que hay es lo que tiene que haber y nadie se plantea si ciertas acciones o algunas cosas puntuales puedan herir la sensibilidad de otros. En el mundo del deporte, por ejemplo, hay ocasiones en las que unas personas alzan la voz por unas publicidades que les resultan ofensivas, como pueden ser la de los emiratos que fomentan la esclavitud, pero rápidamente son silenciadas y esas marcas siguen apareciendo por doquier. En el rugby se ha dado un ejemplo de lo contrario.
Un campeón del mundo, Sonny Bill Williams, habló abiertamente de su religión y lo que la aplicación estricta de la misma le impide hacer. El ‘all black‘ se convirtió al Islam en 2011 después de superar una adicción al alcohol que casi acaba con su vida y con el paso del tiempo ha ido adentrándose cada vez más en el conocimiento de esta creencia y ahora, según dice, ya no está «cómodo» con las cosas que solía hacer. Según cuenta la ‘BBC‘, Williams tiene reflejado en su contrato que no está obligado a lucir publicidad a empresas relacionadas con la banca, el alcohol, el tabaco o las apuestas porque para él, es importante «hacer lo correcto».
Después de esta revelación por parte del jugador, los All Blacks, selección con la que es internacional, y su club, los Auckland Blues, han decidido permitir que Williams pueda jugar sus partidos sin lucir en la camiseta las publicidades que, por sus creencias, considere inoportunas. «Sonny tiene una conciencia religiosa muy clara con respecto a este tema y la respetamos«, dice Neil Sorensen, manager general de la federación de rugby neozelandesa. «Las objeciones de conciencia deben ser auténticas, y en este caso creemos que lo son», añade.
Los All Blacks, actuales campeones del mundo, lucen en su camiseta el patrocinio de AIG, una de las mayores multinacionales de seguros y servicios financieros, parte esta última que puede ser motivante de la decisión de Williams. Además, la selección oceánica tiene patrocinios de un banco y una cervecera, otras empresas cuyos servicios incomodan al jugador por sus convicciones morales. Por su parte, los Auckland Blues tienen una aseguradora médica, NIB, como principal sponsor, mientras que en el reverso de la camiseta lucen publicidad del Bank of New Zealand, la cual no lucirá Williams.
Sonny Bill Williams, antiguo boxeador y jugador de rugby league —modalidad que se juega con 13 jugadores—, formó parte de la selección de los All Blacks que se proclamó campeona del mundo en 2015 y su figura dio la vuelta al mundo por motivos más allá del deporte en sí. Durante la vuelta de honor a Twickenham tras ganar por 34-17 a Australia, un niño saltó al campo y en el trayecto hacia Williams fue placado fuertemente por los agentes de seguridad. Ese hecho enterneció al neozelandés, que en un gesto de enorme cercanía, regaló su medalla de oro al chaval. «Fue muy triste, obviamente es solo un chico pillado», dijo Williams.
*Imágenes de Wikipedia