El presente análisis se centra en la cobertura informativa de La Tribuna de España y La Verdad sobre la apertura de una mezquita en Cartagena, Murcia. Siguiendo nuestra metodología, se ha detectado una praxis claramente islamófoba y, en aplicación de nuestro protocolo de interacción, nos hemos puesto en contacto con los medios de comunicación que publican los artículos cuyo análisis hemos llevado a cabo. Además de “Vecinos de la barriada Cuatro Santos de Cartagena recogen firmas contra la apertura de una mezquita” (21/03/2019), publicado en La Verdad, se han estudiado los textos “Los musulmanes invaden Cartagena. Alto peligro de radicalización yihadista”(23/03/2019) y “Salta llama yihadista en Cartagena. Artefacto explosivo y agresión islámica, respuesta musulmana a la oposición vecinal a una nueva mezquita” (24/03/2019), ambos publicados por La Tribuna de España. El último texto, firmado por Marcos Larrazábal, ha merecido que Maldito Bulo desmienta la noticia, aclarando que «tanto Policía Local como Policía Nacional han confirmado que no tienen constancia de que se haya producido ninguno de los incidentes a los que se refiere el artículo», además, «la Guardia Civil tampoco tiene constancia de la supuesta agresión ni de un artefacto explosivo en el buzón de un vecino de Cartagena», dos sucesos de los que se informa en el artículo.
ARTÍCULO:
Vecinos de la barriada Cuatro Santos de Cartagena recogen firmas contra la apertura de una mezquita.
Eduardo Ribelles, La Verdad, 21 de marzo de 2019.
ANÁLISIS:
- Se establece una relación directa entre islam y violencia, dibujando una sociedad musulmana poco integrada, a través de afirmaciones como «hubo adolescentes que causaron problemas», «la comunidad musulmana no está muy integrada». La reproducción de este tipo de declaraciones debe hacerse siempre contrastando la información de las mismas y aportando opiniones de todas las partes interesadas.
- A lo largo del artículo predomina la dialéctica de “ellos” (grupo homogéneo, primitivo, radical) contra “nosotros” (pacíficos, educados, civilizados) a través de declaraciones como “demuestran una falta de civismo y de educación que no podemos admitir así como así”.
- Sensación de peligro y amenaza. Se dramatiza la información empleando expresiones como “afluencia masiva”.
- El autor escribe islam con mayúscula, cuando, como con el resto de las religiones, la RAE recomienda que se escriba con minúscula.
ARTÍCULO:
Los musulmanes invaden Cartagena. Alto peligro de radicalización yihadista.
La Tribuna de Cartagena, perteneciente a La Tribuna de España, 23 de marzo de 2019
ANÁLISIS:
- A lo largo del artículo se entiende el islam y/o las personas musulmanas como una entidad estática e incapaz de adaptarse a nuevas realidades. La comunidad musulmana es concebida como diferente, separada e independiente, no influenciada por factores culturales y sin valores comunes con otras culturas. Esta idea se hace notar a través de afirmaciones como «caminas por las calles de Cartagena y ves más burkas, pañuelos islámicos y moros vestidos con túnicas hasta sus pies sucios, que muestran sin ningún pudor, que gente vestida como vestimos los españoles» o «La Semana Santa de Cartagena ¡una de las más hermosas y antiguas de España! ya ofende a los amantes de «la Religión de la Paz» que ni siquiera esconden su disimulo».
- Predomina la dialéctica de “ellos” (grupo homogéneo, primitivo, radical) contra “nosotros” (pacíficos, educados, civilizados) potenciando así la visión del musulmán como enemigo agresivo, amenazante, aliado del terrorismo y del choque de civilizaciones. Los musulmanes son entendidos como inferiores, bárbaros, irracionales, primitivos y sexistas. En el artículo se da a entender que la convivencia «en armonía y solidaridad» se ha roto con motivo de la llegada de inmigrantes de confesión islámica.
- A lo largo del artículo se establece una relación directa entre islam y violencia mediante afirmaciones como «existen barrios donde los propios vecinos patrullan por las noches ante la falta de seguridad que han traído los árabes: robos, tráfico de drogas, violaciones…».
- A lo largo del artículo los conceptos árabe y musulmán son empleados como sinónimos. Recordamos que obviamos a muchos musulmanes cuando hablamos de “mundo árabe” de la misma forma que incluimos a muchos árabes de otra religión, o sin ella, cuando pretendemos hablar del “mundo musulmán” como un sinónimo del anterior. Con la intención de aclarar la diferencia, en nuestra web se pueden encontrar varios artículos cuya lectura recomendamos, entre los que destacamos «Árabes, moros, musulmanes e islamistas: una aclaración«, publicado por El Imperio de Des el 7 de abril de 2013 y «Ser moro, musulmán y/o árabe«, publicado en el blog No es nada personal, de Carlota M, el 3 de mayo de 2014.
- Titular con contenido islamófobo o estigmatizador que emplea conceptos como «invasión» y «radicalización», que se repiten a lo largo del artículo y fomentan la sensación de peligro y amenaza. Se dramatiza la información, se compara a los musulmanes con animales y se intenta intimidar al lector con enunciados como «la comunidad musulmana florece en Cartagena reproduciéndose como las ratas» o «Cartagena es un peligrosísimo polvorín de yihadismo, a punto de estallar».
- Uso deficiente o sesgado de la información y aportación de datos sin mencionar las fuentes. Es el caso del ladillo “Los musulmanes han disparado la criminalidad en Cartagena”, o la relación directa que se establece entre la presencia de personas musulmanas y el alto porcentaje de fracaso escolar de la ciudad.
ARTÍCULO:
Salta la llama yihadista en Cartagena. Artefacto explosivo y agresión islámica, respuesta musulmana a la oposición vecinal a una nueva mezquita.
Marcos Larrazábal, La Tribuna de España, 24 de marzo de 2019.
ANÁLISIS:
- Como en el caso anterior, se establece una relación directa entre islam, delincuencia y violencia, concibiendo el islam como una ideología política y militar: «invasión musulmana», «musulmanes que han infectado los barrios», «Las mezquitas aparecen como champiñones».
- Uso deficiente o sesgado de la información al afirmarse que la «la mezquita es ilegal y no goza de los pertinentes permisos municipales».
- Como en el caso anterior, a lo largo del artículo se entiende el islam y/o las personas musulmanas como una entidad estática e incapaz de adaptarse a nuevas realidades.
- Igualmente predomina la dialéctica de “ellos” (grupo homogéneo, primitivo, radical) contra “nosotros” (pacíficos, educados, civilizados) potenciando así la visión del musulmán como enemigo agresivo, amenazante, aliado del terrorismo y del choque de civilizaciones. Los musulmanes son entendidos como inferiores, bárbaros, irracionales, primitivos y sexistas, y son acusados de generar «focos de delincuencia, tráfico de drogas, discusiones vecinales, violaciones…».
- Como en el caso anterior, tanto el titular como el resto de la noticia tiene contenido islamófobo o estigmatizador, y se hace uso de conceptos como «invasión» y «radicalización», que se repiten a lo largo del artículo, y fomentan la sensación de peligro y amenaza. Es el caso de «La radicalización de jóvenes musulmanes por mensajes que los imanes lanzan desde las mezquitas es el verdadero riesgo de que desgraciadamente -más pronto que tarde- alguno de estos moritos se sumen a la Guerra Santa».
- Se define la yihad como «la guerra santa a la que obliga El Corán contra todos los infieles, es decir, contra el resto de cartageneros no musulmanes». Recordamos, tal y como indica Luz Gómez en el Glosario sobre el islam, que «la yihad es la obligación doctrinal que tiene el musulmán de esforzarse por instaurar en la tierra la palabra de Dios, esto es, el islam. Es, por una parte, el esfuerzo espiritual y material del musulmán por mejorarse (conocido como ‘yihad mayor’), y por otra, el esfuerzo por mejorar lo que le rodea (la ‘yihad menor’). Para conseguirlo, la yihad va desde la persuasión oral y ejemplarizante de cada musulmán al acoso armado: es lo que se conoce como ‘yihad ofensiva’, que ha sido tan discutida como practicada a lo largo de los quince siglos de historia del islam. A partir de esta interpretación bélica de la yihad, en los años setenta del siglo XX empezó a cobrar fuerza una corriente ideológica que sostiene que esta yihad es una obligación individual que ha de acometer cada musulmán para contribuir a la liberación final de la umma. Es lo que se conoce como ‘yihadismo’».
Un buen ejemplo de cómo tratar informativamente este tipo de historias es el artículo «Vecinos de Monzón (Huesca) se oponen al levantamiento de una mezquita en su barrio«, publicado en eldiario.es el 6 de mayo de 2019. En el artículo se informa de las reticencias de un sector vecinal ante la apertura de una mezquita en la localidad de Monzón, en Huesca. El tratamiento informativo que ha seguido el periodista merece ser destacado por trasladar la voz de estos vecinos sin faltar al respeto a la comunidad musulmana, aportando declaraciones de las partes interesadas y contrastando la información con fuentes variadas.