Publicado originalmente en La Zarzamora
No es un tema que a estas alturas me guste ni apetezca tratar pero, en vista de los sucesos y tendencias más recientes, considero apropiado exponer mi parecer personal sobre distintos aspectos de esta cuestión.
Recuerdo hace unos años, en medios musulmanes y medios de interacción entre musulmanes y no musulmanes, el velo era un tema en muchos ámbitos que daba lugar a encontronazos y controversias verbales más o menos vehementes.
Creo que el tiempo de esos encontronazos, muchísimas gracias a Dios, ya pasó. Creo y percibo que, entre musulmanas, ya se quemaron todas las candelas de la controversia y el antagonismo por ese motivo. Y recalco el “entre musulmanas” porque esa es la madre del cordero, es decir, lo que a mí, y creo que las más de las musulmanas, nos interesa y lo que es de importancia y definitivo para nosotras. Y digo, además, que el haber dejado atrás esa etapa es algo muy positivo para nosotras porque, claro está, no somos enemigas ni somos incompatibles por ese motivo. La divergencia de opiniones no es algo nuevo en el islam y siempre se ha considerado una misericordia divina, como dice el honrado Alcorán, y no una desgracia.