Abordando las necesidades de seguridad de las comunidades musulmanas
Publicado originalmente por OSCE-ODIHR
¿Cuáles son los desafíos que nos esperan?
La violencia, el odio y la discriminación continúan siendo un problema que sufren los miembros de la comunidad musulmana. Las instituciones islámicas, incluidas las mezquitas, los espacios de oración (masjids), las escuelas y los cementerios también son objeto de violencia y vandalismo.
Los delitos, incidentes y amenazas de odio motivados por el fanatismo contra los musulmanes afectan en cualquier ámbito, incluso en la vida cotidiana. Los efectos físicos, emocionales y psicológicos pueden provocar:
- Miedo a mostrar su religión en los espacios de culto, la vestimenta o los símbolos religiosos, esto afecta negativamente al derecho de expresión de cada ciudadano.
- La necesidad de dejar de identificarse públicamente como musulmán.
- La reticencia por parte de algunos musulmanes para expresar empatía con países de mayoría musulmana para evitar ser estigmatizados.
El rechazo que sufre la comunidad musulmana ha generado una necesidad de aumentar las medidas de seguridad en sus instituciones, a saber, mezquitas, centros comunitarios, cementerios… Sin embargo, la carga financiera desvía los fondos de otras actividades religiosas, culturales y educativas. Por consiguiente, la violencia y el miedo que sufre esta comunidad les obliga a sacrificar sus fondos para financiar nuevas medidas de seguridad.
¿Por qué debería ser relevante para los estados participantes?
Los estados de la Organization for Security and Co-operation in Europe (OSCE) se han comprometido a reconocer, registrar e informar del sesgo antimusulmán de los delitos motivados por el odio. También, se ha apoyado un nuevo programa donde elaborar respuestas más eficaces contra estos delitos.
Cada estado tiene la obligación de prohibir todo crimen de odio religioso o iniciativas discriminatorias que atenten contra la libertad de pensamiento, conciencia, religión o creencia. Esta situación representa un riesgo para la cohesión social que puede desembocar en conflictos y violencia.
¿Qué puede hacer el gobierno?
El gobierno puede adoptar una serie de medidas para afrontar el problema de la discriminación contra la comunidad musulmana. Estas son algunas sugerencias:
- Reconocer que la discriminación contra los musulmanes y los prejuicios son una amenaza para la seguridad y la estabilidad y deben ser abordados por el gobierno. Esta situación debe considerarse como una barrera para la inclusión de la comunidad musulmana en la sociedad.
- Evaluar el riesgo y prevenir los ataques mediante la cooperación entre los departamentos de policía y las comunidades musulmanas a través de la comunicación formal, la transparencia y un plan de acción, incluyendo los encuentros regulares en mezquitas e instituciones islámicas. Estas medidas asegurarán que los cuerpos de policía prioricen la seguridad de los miembros de esta comunidad.
- Concienciar sobre la islamofobia y sus consecuencias con el propósito de aumentar la unión social y reforzar los valores basados en la protección de los Derechos Humanos.
- Fomentar la confianza mediante la información difundida entre la sociedad civil para asegurar una mejor comprensión de la frecuencia y los tipos de islamofobia, así como de las cuestiones relacionadas con los delitos y los incidentes de odio contra los musulmanes.
- Mejorar la protección de las instituciones públicas musulmanas, es decir aumentar el número de patrullas, especialmente durante sus días festivos donde el número de creyentes concentrados es mayor. También asistencia financiera para mejorar las medidas de seguridad.
- Considerar e incorporar la pericia de los miembros de la comunidad al realizar la evaluación de una amenaza, la planificación de la seguridad y/o el desarrollo de la gestión de la crisis del sistema para asegurar la mejor respuesta para cualquier emergencia.
- Reconocer y registrar cualquier sesgo de carácter islamófobo cuando se investiguen delitos o se sensibilice a los organismos policiales sobre las características específicas de los delitos motivados por el odio contra los musulmanes.
- Proporcionar pruebas de la necesidad de seguridad en las comunidades musulmanas.
- Asegurar a las comunidades musulmanas el compromiso del Estado de proteger a todas las comunidades demostrando su solidaridad.
- Proporcionar apoyo a las víctimas y facilitar la ayuda necesaria para devolver la tranquilidad a la comunidad tras un ataque.
- Fomentar las investigaciones académicas sobre la ideología de los grupos de crímenes de odio. Sus estudios podrán facilitar la identificación gracias a los perfiles de estos criminales.
- Informar a los ciudadanos que los crímenes de odio representan una amenaza a la dignidad y la integridad de un individuo y de comunidades enteras.
Entrada elaborada por Fátima Contreras Pérez en el marco de un programa de colaboración del Máster en Estudios Árabes e Islámicos Contemporáneos de la Universidad Autónoma de Madrid y la Fundación Al Fanar.