¿Musulmán, islámico, islamista?
‘Musulmán’, que es adjetivo y sustantivo, debe aplicarse solo a las personas creyentes en el islam, mientras que para lo relativo a las cosas o realidades abstractas debe emplearse el adjetivo ‘islámico’ (que equivale a “propio de la civilización islámica”). Con todo, cada vez está más extendido el uso generalizado del adjetivo ‘musulmán’, por ejemplo, en expresiones como ‘vida musulmana’ o ‘restaurante musulmán’. Es algo justificable en la medida en que su referente es la persona musulmana. Por el contrario, no está justificado el uso de ‘islámico’ para las personas, que son ‘musulmanas’ en tanto creyentes o ‘islamistas’ (*islamismo) en tanto militantes políticos.
Los ejemplos del mal uso de ‘islámico’ o ‘islamista’ son frecuentes: ni todos los musulmanes son islamistas (solo lo son una minoría), ni todo lo islámico es exclusivo de los creyentes en el islam. Sirva como recordatorio simbólico las palabras del obispo de Biblos (Líbano), George Jodr: “No soy musulmán, pero soy islámico”.