La umma
Si bien en las lenguas del islam ‘umma’ puede ser cualquier comunidad que se reconoce a sí misma en unos lazos comunes (que pueden ser nacionales, religiosos o culturales), en el lenguaje político internacional, que ha tomado el término de instituciones como la Organización para la Cooperación Islámica cuando no directamente del islamismo*, la umma musulmana en su conjunto es por antonomasia “la umma”.
En esta versión estandarizada de la umma, cada día más extendida, todos los musulmanes* formarían parte de un mismo cuerpo comunitario, superador de la diversidad racial, geográfica, lingüística, cultural, de género e incluso histórica que pudiera haber entre ellos. De ahí que, para los islamistas, la umma haya de formularse en términos estatales panislámicos, con la sharía como referente jurídico. Los yihadistas* dan un salto conceptual más: dada la vocación universalista del islam, la umma propende a acoger a la humanidad entera, por lo que la lucha armada traspasa las fronteras estatales para globalizarse.
En la vivencia cotidiana de la mayoría de los musulmanes, la pertenencia a la umma confiere al individuo un sentido identitario transnacional, potenciado por el carácter comunitario de los cinco pilares del islam. Lo refuerza la fragilidad de otras estructuras (estatales, de clase, educativas) en buena parte de las sociedades de la órbita islámica. La umma se convierte en una utopía frente a la subordinación material y psicológica del día a día que sienten buena parte de los musulmanes en la era de la globalización.